Me acuerdo....

       Para los desmemoriados como yo, recordar es un lujo. La vida se va llenando de pasado y los recuerdos son tesoros. Entre otras imágenes,  me vienen estas. Hay más,  pero me las reservo.😊





 • Me acuerdo del día que murió mi bisabuela Aniceta. La velaron en casa y los niños, que no teníamos con quién quedarnos, estábamos en la cocina, con órdenes claras: nada de ruido y sin salir. Nos dieron para merendar una caja de galletas de esas de dos pisos, que sólo se abrían en ocasiones especiales, que contenían barquillos de chocolate envueltos en papel de colores brillante, por las que nos peleábamos todos, dejando las que no tenían ninguna gracia para el último que llegara y haciendo trampa con la capa de abajo, aunque teníamos prohibido empezar la segunda hasta que no hubiésemos acabado la superior. 
• Me acuerdo de los bocadillos de pan untado con mantequilla y espolvoreado de chocolate de La Herminia rallado encima. 
 • Me acuerdo de unas katiuskas rojas y un paraguas transparente con forma de hongo. Me acuerdo de seguir los pasos de mi madre.
 • Me acuerdo de cenar a la luz del camping-gas y las velas, porque se iba la luz. 
• Me acuerdo de la capota de mi vestido de comunión. Yo quería llevar diadema como las demás. 
 • Me acuerdo de hacer merienda- cena los domingos de verano en la Pista Mundín, a la entrada de mi pueblo. Esperábamos toda la semana por la tortilla de patata y  el pulpo a la gallega de Fina. Y después nos dedicábamos a buscar la tortuga del caparazón pintado con cuadraditos de colores que se escondía entre los setos y las flores. 
• Me acuerdo de llenar una bolsa de saltamontes para metérselos en la tienda a Lidia, porque era una petarda: tan chivata, con tantos aires de grandeza... 
• Me acuerdo de mi primera declaración de amor: un corazón de tiza y dos iniciales pintado frente al portal de mi casa. 
 • Me acuerdo del orgullo del hermano Félix cuando gané mi primer concurso de cuentos.
 • Me acuerdo de George Rooper. Era un canario que cantaba, como los ángeles, o los canarios, pero a todas horas. Mi madre lo tapaba con un trapo de cocina cuando ya no lo aguantaba más. Un año se lo dejamos a mi tía para irnos de vacaciones y nunca más volvió a cantar con aquella insistencia. Por más que interrogamos a mi tía, ella nunca confesó lo que le había hecho al pobre pájaro. Una mañana apareció patas arriba en aquella jaula de la que colgaban hojas de lechuga. Le hicimos una caja de papel con su epitafio y todo. LLegado el momento de acabar con los restos del finado, mi madre decidió, con su practicidad habitual, que lo más higiénico era una rápida incineración. Abrió la cocina de carbón. 
• Me acuerdo de la tila en la cafetería cercana al antiguo conservatorio antes del examen de piano y del helado en Los Italianos después. Solas mi madre y yo. 
• Me acuerdo de leer tebeos de Esther, como las mayores,  en la minúscula biblioteca que había entonces cerca de mi casa.  Me acuerdo de imaginarme qué les pasaba a Esther, a Rita, a Juanito. 
• Me acuerdo de las voces de la hermana Mari Luz, gritando nuestros nombres desde el piso de arriba, cuando en lugar de tocar una partitura de Bach, intentábamos sacar la música de alguna canción de moda. 
• Me acuerdo de los chicles de canela. 
•Me acuerdo de un cuento que le contaba a mi prima. Trataba de una hormiga a la que le pasaba de todo. En el trayecto de Perlora a Candás, los domingos de verano, le narraba por capítulos las peripecias del pobre bicho.
 • Me acuerdo del olor del coche tras un día de playa. Tras el último baño nos vestíamos y poníamos las chaquetas; de la nevera portátil y el capazo de paja salía siempre algo para merendar y emprendíamos la vuelta, que a veces, con las caravanas se hacía eterna . Estábamos cansados y en el coche hacía calor. Olía a tabaco, a manzanas que mi padre siempre dejaba para ahuyentar malos olores y que acababan olvidadas y podres, a algún ambientador con forma de pino. 

Comentarios

  1. ayyyy, las caravanas y ayyyy los cuentos de Esther que era tan inocente y tan tierna, con ellos aprendí yo que había que espabilarse o ser rubia como Rita.

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    1. Hace unos años salió la colección en quioscos y no pude evitarlo. Son míos!😊

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  2. Yo también me acuerdo de esa hormiga¡me gustaba tanto que me contarás esas historias como me gusta leerte ahora¡eres grande primi

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    1. Es tirar de un recuerdo y salen un montón. Un día me pongo a recortar. 😙😙

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