LOS NIÑOS Y EL CINE. EL CINE Y LOS NIÑOS.
Sigo con Nuestra casa en el árbol . Hay libros que se dejan exprimir hasta extremos insospechados y eso le pasa a este. Michael, uno de los niños de este canto de amor a la infancia, es un cinéfilo empedernido. Es disléxico y odia el colegio porque no le aporta nada. Porque es un niño con inquietudes, listo como el hambre y con una capacidad alucinante para argumentar y debatir. El cine le sirve para aprender, para comunicarse, para crear teorías, para formar una personalidad que Lea Vélez ha confeccionado con mimo y supongo que con retazos de biografía. Por supuesto, y por necesidades del guión (lo siento, pero "guion" a la RAE no me gusta y yo como J.R. Jiménez me permito mis licencias), su tutora y profesora es insoportable y bastante obtusa. Ana, la madre de Michael y alter ego de @leavelez, entiendo, se justifica: "Ya, pues siento no ser más colaboradora, pero es que yo lo que quiero es animar ...